domingo, 30 de septiembre de 2012
Piensa 3. Comprendiendo...
1. Si Juan tiene el doble más uno de manzanas que Jacinto y entre los dos tienen 13 manzanas,
¿cuántas tiene cada uno?
2. Paco tiene tres años más que su hermano, y dos años menos que su
hermana. Si su hermano tiene 10 años, ¿cuántos años tiene Paco y cuántos su
hermana?
hermana. Si su hermano tiene 10 años, ¿cuántos años tiene Paco y cuántos su
hermana?
Piensa 1
Cuando veas la letra A tienes que
sustituirla por la letra N y viceversa. Escribe el texto correctamente y pon
los signos de puntuación adecuados.
NQUELLNMNÑNANDNAIELAOESCUCHÓELDESPERTNDORCUNADOSEDESPERT
ÓSNLTODELNCNMNSEDUCHÓYDESNYUAÓRNPIDNMEATEPORSUERTELLEGÓJ
USTONTIEMPODECOMEAZNRELEXNMEAPEROESTNBNTNAAERVIOSOQUEAOP
ODINCOACEATRNRSEFIANLMEATESERELNJÓYPUDOHNCERLOELPRÓXIMOVIE
RAESLEEATREGNRNALNSAOTNSPERODNAIELSNBEQUELEHNBRÍNSNLIDOMEJ
ORELEXNMEASIAOSEHUBIERNDORMIDO.
Técnicas de estudio. Orientaciones para padres
EL LUGAR DE ESTUDIO
-Siempre
el mismo, con el fin de facilitarle la adquisición de los hábitos de estudio y
de ahorrarle esfuerzos inútiles.
-Tranquilo,
que no haya reuniones ni sea de paso.
-Silencioso,
alejado de posibles ruidos (radio, TV, familia). No conviene escuchar música
mientras estudia.
-Bien
iluminado: con una luz, natural o artificial, que no sea ni muy débil ni
excesivamente intensa y que le entre por el lado contrario al que escribe para
evitar las sombras. Procurad que no le dé directamente a los ojos.
-Con
temperatura adecuada evitando el frío, que invita a la actividad física y el
calor, que invita a la lasitud y al sueño.
-Bien
ventilado. Abre puertas y ventanas de vez en cuando para renovar el aire, ya
que un ambiente cargado facilita la aparición de la fatiga por disminución del
oxígeno.
-Organizado
y limpio, sin juguetes ni objetos que te distraigan con el fin de obtener mayor
claridad, eficacia y ahorro de tiempo en tu trabajo.
El
cuarto de estudio ha de tener:
-Mesa
amplia, sin brillo (sus reflejos producen cansancio en los ojos) y con una
altura adecuada a la del niño/a y a la de la siIla.
-Silla
con respaldo que te permita mantener la espalda recta y apoyar los pies en el
suelo sin tener las rodillas levantadas.
-Estanterías
cercanas a la mesa en las que tengas colocados los libros y el material que
necesites.
-Tablón
de corcho o similar en el que coloques tu horario, fechas de exámenes, avisos,
etc.
LA PROGRAMACIÓN DEL ESTUDIO
Los
alumnos deben ser capaces de organizar su tiempo de estudio y así mejorar su
rendimiento.
Si
importante es tener un lugar para estudiar que reúna una serie de requisitos
que nos permita hacerlo cómodamente y con el mínimo de distracciones, no menos
importante es saber organizarse el tiempo de estudio, pues de nada nos servirá
una buena habitación con todas las condiciones que antes apuntábamos si no
hacemos uso de ella o sólo la utilizamos esporádicamente: exámenes, trabajos
urgentes, “empolladas inevitables”...
Si
realmente queremos que nuestros hijos sean buenos estudiantes y con el mínimo
esfuerzo saquen el máximo rendimiento a su trabajo tienen que aprender a programar sus horas de estudio,
para lo cual hemos de tener en cuenta que:
· El estudio debe de ser diario. Debéis
ayudar a vuestros hijos a organizar sus tardes de estudio y estableced con
ellos un pacto para su cumplimiento. Sentaos con ellos frente a su horario,
incluidas actividades extraescolar, para ser conscientes del periodo real y
posible de estudio cada tarde. Una vez fijados esos periodos, tanto vosotros
como vuestro hijo/a debe cumplir su parte del trato: vosotros os comprometéis a
mantener la tranquilidad de la casa durante este tiempo (intentad que las
salidas, visitas, compras y otros acontecimientos se produzcan fuera de este
horario) y ellos deben procurar aprovechar esos periodos de estudio
establecidos.
· El estudio debe ser a la misma hora y
en el mismo lugar, siempre que sea posible.
· Por la mañana se aprende más deprisa y
se olvida antes, por la tarde se aprende más despacio pero se recuerda durante
más tiempo.
· Hay que dedicarle un mínimo de dos
horas diarias a partir del sexto curso.
· Es conveniente cambiar de actividad o
materia cada 30 ó 40 minutos. Si necesitan más tiempo para cada materia es que
algo está fallando: se desconcentran en clase y llevan demasiada tarea sin
terminar, su método de estudio no está siendo eficaz, pasan demasiados días sin
“tocar” una materia concreta y se les acumula el estudio,...
· Es mejor comenzar con actividades de
dificultad media que les ayude a entrar en materia y a concentrarse, continuar
con las más difíciles ya que es cuando aún no están cansados pero si
concentrados y finalizar con las más fáciles o las que les gusten más, pues es
el momento en el que la fatiga comienza a aparecer y van perdiendo
concentración.
· Hay que intercalar breves períodos de
descanso, mejor cuando se va a pasar de una materia a otra. No deben ser muy
prolongados, 5-10 minutos, y deben aprovecharlos en una actividad que les ayude
a desconectar pero no lo haga del todo (un poco de charla con vosotros,
merendar, beber agua, ir al baño). Nunca actividades como ver la tele, jugar a
la play, salir a la calle. Si se han programado bien, podrán hacer esas
actividades después del tiempo de estudio y así, ellos mismos comprobarán que
merece la pena organizarse y que da tiempo a todo.
·
El tiempo de estudio puede dedicarse a:
- Repasar los temas trabajados en clase
- Terminar tareas incompletas.
- Lecturas de ampliación y profundización, para los casos “es que hoy no tengo nada que hacer”.
· Es imprescindible tener copiado el
horario de clase y colgarlo en el corcho frente a la mesa de estudio. Así,
controlarán mejor qué materias han tenido ese día y cuales van a tener al día
siguiente y por tanto, evitaremos olvidos de tareas y de materiales
imprescindibles para el trabajo en clase.
· Debemos fomentar el uso de una agenda
personal, en la que deben ir anotando todas las actividades o materias que
deben terminar y/o estudiar.
· No comenzar hasta no saber exactamente
a qué se va a dedicar la sesión de estudio y tener todo lo necesario a mano.
· Cuando terminan cada materia, deben
guardar en su mochila lo necesario para el día siguiente y en el lugar
habitual, el material que no utilizarán
MUY IMPORTANTE. Vuestro papel es solo
de supervisión. Son vuestros hijos los encargados de llevar a cabo todo lo
anterior. Al principio, necesitarán vuestra ayuda más habitualmente, pero
luego, debéis retiraros progresivamente y ayudarles en momentos puntuales del
proceso, resolver dudas, guiarlos en las tareas y supervisar que están
cumpliendo con lo pactado. Debemos fomentar su autonomía. Lo que vuestros hijos
pueden y deben hacer, no ha de hacerlo otro por ellos.
viernes, 28 de septiembre de 2012
sábado, 22 de septiembre de 2012
Diez pistas para aprobar los exámenes | ||||||||||||||||||||
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Diez consejos para sintetizar la información | ||||||||||||||||||||
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Diez pistas para aprovechar las clases | ||||||||||||||||||||
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Diez palabras clave para mejorar tu estudio | ||||||||||||||||||||
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viernes, 21 de septiembre de 2012
jueves, 20 de septiembre de 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Fragmento de El Principito
Fragmento de El Principito Autor: Antoine De Saint-Exupéry
Entonces apareció el zorro.
-Buenos días -dijo el zorro.
-Buenos días -respondió cortésmente el
principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá -dijo la voz- bajo el manzano...
-¿Quién eres? -dijo el principito-. Eres muy
lindo...
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-.
¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy
domesticado.
-¡Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después
de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa «domesticar»?
-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué
significa «domesticar»?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y
cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas
gallinas?
No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué
significa «domesticar»?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-.
Significa «crear lazos».
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más
que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú
tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil
zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para
mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay
una flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve
toda clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito. El
zorro pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro. Pero el
zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres
me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me
aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol.
Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros
pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la
madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo?
Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan
nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas
domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré
el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
-¡Por favor... domestícame! -dijo.
-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero
no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican
-dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas
hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres
ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.
-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-.
Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de
reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos Pero, cada día,
podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito. -Hubiese
sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las
cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la
hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto;
¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca
sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el
zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de
las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves
bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso.
Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos
los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se
acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No
deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí-dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
-Sí-dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo.
Luego, agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás
que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un
secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las
rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois
nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie.
Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo
todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común
creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas
vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la
rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con
el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres
que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché
quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi
rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es
muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los
ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el
principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu
rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el
principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el
zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has
domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el
principito, a fin de acordarse.
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